Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
El trastorno obsesivo habitualmente se inicia con un miedo (por ejemplo el miedo a contaminarse con gérmenes), que genera un pensamiento repetitivo y un ritual (por ejemplo un ritual de limpieza) para tranquilizar ese miedo. Sin embargo el pensamiento reaparece una y otra vez, generando la necesidad de ir repitiendo muchas veces el ritual, lo que acaba interfiriendo en la vida diaria.

Hay pensamientos obsesivos de distinta naturaleza, por ejemplo el de contaminación por gérmenes, el de orden y simetría, el de perder el control y dañarse a sí mismo o a otros, pensamientos intrusivos de tipo sexual o religioso, pensamientos de duda y baja tolerancia a la incertidumbre (por ejemplo duda de haber cerrado la puerta). Normalmente la persona se da cuenta de que estos pensamientos no son sanos, pero dice “no puedo quitármelos de la cabeza”.
Estos pensamientos pueden llevar a distintos tipos de compulsiones como por ejemplo el ritual de limpieza de manos u objetos, ritual de orden, de comprobación de haber cerrado la puerta o apagado el gas, de recuento, de repetición de ciertas palabras o gestos, seguir una rutina a raja tabla…
La paradoja de este trastorno es que cuanto más se intentan evitar los pensamientos intrusivos, más aumenta el TOC y el sufrimiento.